PUBLICADO POR CLARIN EL DIA 25 DE SETIEMBRE DEL 2005
Bien escaso, negocio multimillonario
En el mundo hay de 1.100 a 1.500 millones de personas (un cuarto de toda la población) que no gozan de agua potable, según la Organización de las Naciones Unidas, que para dentro de 20 años afirma que la demanda del recurso subirá 56%.
Cada día, 2 millones de personas mueren en algún lugar del planeta por alguna enfermedad vinculada a la carencia de agua.
De toda el agua del mundo, sólo 2,5 es potable, 37 de los 1.400 millones de km3 que hay en la tierra.
Mientras casi 20% del agua es subterránea y menos de 1% está en la atmósfera, 80% se concentra congelada en los polos y los glaciares, pero no es accesible.
La importancia del agua es tal que las grandes transnacionales, los organismos multilaterales de crédito, grupos de consumidores, foros sociales y organizaciones no gubernamentales (ONG) debaten acaloradamente sobre el tema, en una disputa sobre si el agua debe ser un bien público y un derecho humano o, como plantean las corporaciones, un negocio, por el cual bregan empujando a la privatización de empresas y al control del recurso y de las regiones que lo poseen.
En los últimos 15 años se sextuplicó el número de gente que en el mundo paga por el agua.
Una de las metas del milenio para reducir la pobreza, por parte de la ONU, tiene que ver justamente con un mayor acceso al agua. Pero las pocas multinacionales que manejan el negocio, que factura US$ 1 billón al año, tarifan el servicio.
En marzo de 2006, en Ciudad de México, se realizará el IV Foro Mundial del Agua, y el tema volverá a ser debatido.
Sed: invasión gota a gota" es el documental de la argentina Mausi Martínez, aún en cartel, que trata sobre los intereses de las grandes corporaciones en el Acuífero Guaraní.
Fantasmas
Marcelo Cantelmi
mcantelmi@clarin.com
La cuestión no es construir fantasmas donde alcanzan las realidades. Es cierto que sobre el Acuífero Guaraní se han armado todo tipo de conspiraciones. Pero la motivación es la enorme riqueza de agua potable, fresca y renovable que yace en ese océano subterráneo, aun más valiosa frente a escenarios de escasez mundial. No pueden sorprender los temores en un presente planetario trastocado a extremo tal que se acepta que el derecho internacional pierda posiciones frente a nociones de guerras preventivas y conflictos armados solo con argumentos que conocen sus autores y desmienten las realidades más sencillas. Pero fuera de esta preocupación, surge como un valor la observación con una mirada nueva de estos recursos hasta ahora ignorados. No se trata solo de estar alertas. Sino también de preservarlos, evitar su contaminación y actuar con la rara seriedad de países que se preocupan por su destino.
Un imperio en botellas
La industria del agua mueve anualmente unos 800 mil millones al año y por ahora apenas maneja el 5% del agua dulce del mundo. El gerenciamiento de las aguas y el embotellamiento del líquido son las dos variables del imperio.
La industria del embotellamiento supera en ganancias a la industria farmacéutica. En EE.UU. el galón de agua potable embotellada supera en precio al galón de petróleo.
Hoy hay 300 millones de personas en el mundo que pagan por agua: a principios de los 90 eran 50 millones.
De los 6.250 millones de habitantes del mundo, unos 1.100 millones no tienen acceso al agua potable y más del doble vive sin condiciones sanitarias dignas.
Algunas estimaciones dicen que para el 2050, la demanda de agua será un 56% mayor que el suministro.
Con ríos contaminados por el uso de agrotóxicos, son muchos los países que usan aguas subterráneas para dotar a sus poblaciones.
El Acuífero Guaraní tiene 1.194.000 km2 y supera en tamaño a España, Francia y Portugal juntas. Con un racionamiento adecuado, podría abastecer diariamente a 720 millones de personas.
América, con el 12% de la población mundial tiene el 47% de las reservas de agua potable del mundo.
Cómo actúa
Un acuífero no es un mar subterráneo, sino roca empapada en agua, ya en sus poros, entre los granos minerales o por sus fisuras. La explotación está basada en los pozos, que solo tienen influencia en una dimensión espacial limitada, No es posible extraer toda el agua desde un gigantesco pozo. En caso de una sobreexplotación, se producirá una merma en la cantidad que produce ese pozo porque el nivel bajará y se secará. Con el tiempo, el agua podría volver a su nivel anterior. La mayor parte del Guaraní está en un área tropical, con una capacidad muy intensa de recarga.
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